Los primeros colonizadores europeos en el Nuevo Mundo cometieron el error de comerla en 1607, en el asentamiento de Jamestown. Se le ha asociado al vudú y la brujería debido a sus propiedades alucinógenas.
Síntomas: dilatación de las pupilas, ritmo cardíaco acelerado, alucinaciones, delirio, comportamiento agresivo, coma y convulsiones